¿Podas o mutilaciones?
No se si es cosa del Ayuntamiento de Salamanca o de Eulen, la empresa que trabaja en el podado de los árboles, pero el caso es que están haciendo algo que más bien debería llamarse mutilación.
Así ha ocurrido y se ha denunciado en varios puntos de Salamanca. Ahora le ha tocado el turno a los árboles en el Barrio junto al multiusos. Han dejado algunos árboles como si fueran chupa-chups, reducidos a un palito con unas ramitas patéticas, sin un brote visible. Se trata de árboles maduros, que podrían dar sombra durante el verano, pero ahora... bastante tendrán con sobrevivir a semejante masacre.
Espero que la naturaleza tenga capacidad de adaptación suficiente para que se salven los árboles, aunque ya hay algunos (en las calles Julita Ramos y Federico Lozano Andrés, a ambos lados del colegio San Mateo y el instituto Francisco Salinas) que no sobrevivieron a anteriores mutilaciones y están secos.
Estas son las pruebas:
La mayoría de los árboles que aparecen en estas fotos tenían portes como aparecen en la primera imagen.
Los objetivos de una poda deberían ser: eliminar las ramas secas, enfermas, atacadas por insectos, virus u hongos, las rotas o con peligro de caída, las que compitan por el mismo espacio vital o bien aligerar las ramas que tengan un protagonismo excesivo. Ninguna de estas razones se dan en estas podas, simplemente la empresa les ha dado a los trabajadores unas motosierras y les ha dicho que corten lo más posible para tener menos trabajo en años sucesivos. ¿Por qué semejante ataque? ¿A quién tienen manía, a los árboles o a los vecinos de Salamanca?
Todo lo anterior se queda corto cuando lo comparamos con las podas que han hecho en el parque de los Jesuitas. Esto demuestra la tendencia de odio a los árboles. No tiene otra explicación.
Así ha ocurrido y se ha denunciado en varios puntos de Salamanca. Ahora le ha tocado el turno a los árboles en el Barrio junto al multiusos. Han dejado algunos árboles como si fueran chupa-chups, reducidos a un palito con unas ramitas patéticas, sin un brote visible. Se trata de árboles maduros, que podrían dar sombra durante el verano, pero ahora... bastante tendrán con sobrevivir a semejante masacre.
Espero que la naturaleza tenga capacidad de adaptación suficiente para que se salven los árboles, aunque ya hay algunos (en las calles Julita Ramos y Federico Lozano Andrés, a ambos lados del colegio San Mateo y el instituto Francisco Salinas) que no sobrevivieron a anteriores mutilaciones y están secos.
Estas son las pruebas:
Arriba, estado original de los árboles antes de la poda-mutilación
y debajo después del paso de las huestes de Atila (C/Rafael Lapesa). Los han dejado como baobabs, pero en versión enana.
C/ Federico Lozano Andrés. La ridiculez del podado contrasta con la exuberancia excesiva tras las vallas del instituto F. Salinas.
Calles perpendiculares a C/ Rafael Lapesa
La mayoría de los árboles que aparecen en estas fotos tenían portes como aparecen en la primera imagen.
Los objetivos de una poda deberían ser: eliminar las ramas secas, enfermas, atacadas por insectos, virus u hongos, las rotas o con peligro de caída, las que compitan por el mismo espacio vital o bien aligerar las ramas que tengan un protagonismo excesivo. Ninguna de estas razones se dan en estas podas, simplemente la empresa les ha dado a los trabajadores unas motosierras y les ha dicho que corten lo más posible para tener menos trabajo en años sucesivos. ¿Por qué semejante ataque? ¿A quién tienen manía, a los árboles o a los vecinos de Salamanca?
Todo lo anterior se queda corto cuando lo comparamos con las podas que han hecho en el parque de los Jesuitas. Esto demuestra la tendencia de odio a los árboles. No tiene otra explicación.
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